12 de junio de 2010

Tanta gente . . .


Y pregúntate y respondete ¿cuanta gente me ha fallado?, mira cuantos amigos ya de ti se han olvidado. Es que acaso en la vida se aprende a palos, a golpes y caídas pero yo si me levanto. Y no necesito a nadie para vivir, sé que conmigo del abismo puedo salir, es que a veces se me nubla todo y a veces me resbalo, cuando no encuentro salida trato de disimularlo. Es que perdí la cuenta ya de cuantos se han marchado, y no me preguntes si se a donde llegaron. No me importa, no pregunten, que a veces me complica, el pensar que de cien solo pocos no te olvidan. Cuantas promesas olvidadas, cuantos recuerdos que te siguen, a veces quieres reírte pero no lo consigues. No tienes idea porque prefieres caminar, tienes dinero para la micro pero es mejor pensar, estar solo caminar y caminar, olvidarte de lo tuyo, de lo mío y los demás. Admito que a veces quiero desaparecer, esconderme perderme y jamás volver, pero algo aquí me dice que tengo que permanecer. Tengo sueños, tengo vida, aunque un poco malvivida, mal camino mi camino, a veces sin salida. Y yo guardo la poca esperanza que me queda, que la vida me enseño a desconfiar de cualquiera, desconfió de todo y de nada, tengo miedo de volver a la entrada. Es que las vueltas de la vida pocas veces se dominan, ojalá fueran heridas sin tener que revivirlas. Los recuerdos te dominan y no encuentras salida, hay que correr en la partida como también en la salida. Y es que a veces quisiera volver a los tiempos en que todo estaba bien, en el cual podia confiar a ojos cerrados de cualquiera, que ingenua no?


No hay comentarios:

Publicar un comentario