Odio tu egoísmo, tu soberbia, tu ironía. No te daría mi vida, ni mi tiempo, ni mi alma. Me enferman tus silencios, tus pretextos, tus excusas. Me canse de seguirte, de esperarte, de entregarme. Mataría tu crueldad, tu injusticia, mis miedos. No aguanto tu inmadurez, tu envidia, nuestros celos. Perdí mi paciencia, mis sueños, tu recuerdo. Te aprovechaste de mi, de mi libertad, y de mi ingenuidad. Desprecio tu insolencia, tus atrevimientos, tus promesas inútiles. Me molestan tus olvidos, tus descuidos, tus manías. No tolero tus enojos, tu inconsciencia, tu torpeza. Pero muero por tus besos, tus abrazos, tu presencia. Soy débil.
23 de febrero de 2011
22 de febrero de 2011
Cuando el año comience un 3 de enero
Cuando el que canta opere su nariz
Cuando el agua abunde sobre los desiertos
Cuando el gato del vecino viva aquí
Cuando en Asia anden con los ojos abiertos
Cuando corran cebras en pleno Madrid
Cuando Hendrix vuelva a darnos un concierto
Cuando la justicia encuentre a mi país
Cuando albos con azules se den besos
Cuando pongan otro muro allá en Berlín
Cuando te sonría el lunes un micrero
Cuando encuentre aquel petróleo en mi jardín
Ahí yo te voy a dejar de querer…
Cuando el señor Valdés pague la renta
Cuando el cielo de Santiago no esté gris
Cuando al Che lo saquen de aquellas poleras
Cuando un cuerdo haga jugar a Chile así
Cuando un niño no trabaje por monedas
Cuando mis amigos dejen de beber
Cuando alguna puta niegue a que la quieran
Cuando la mitad de 8 sean 3
Cuando brindemos con agua un 18
Cuando nadie esté luchando por Mehuín
Cuando una mujer no sufra más de antojos
Cuando todo sea paz y no fusil.
Ahí yo te voy a dejar de querer ♪ …
Cuando el que canta opere su nariz
Cuando el agua abunde sobre los desiertos
Cuando el gato del vecino viva aquí
Cuando en Asia anden con los ojos abiertos
Cuando corran cebras en pleno Madrid
Cuando Hendrix vuelva a darnos un concierto
Cuando la justicia encuentre a mi país
Cuando albos con azules se den besos
Cuando pongan otro muro allá en Berlín
Cuando te sonría el lunes un micrero
Cuando encuentre aquel petróleo en mi jardín
Ahí yo te voy a dejar de querer…
Cuando el señor Valdés pague la renta
Cuando el cielo de Santiago no esté gris
Cuando al Che lo saquen de aquellas poleras
Cuando un cuerdo haga jugar a Chile así
Cuando un niño no trabaje por monedas
Cuando mis amigos dejen de beber
Cuando alguna puta niegue a que la quieran
Cuando la mitad de 8 sean 3
Cuando brindemos con agua un 18
Cuando nadie esté luchando por Mehuín
Cuando una mujer no sufra más de antojos
Cuando todo sea paz y no fusil.
Ahí yo te voy a dejar de querer ♪ …
19 de febrero de 2011
Yo elegí quererte y todas las consecuencias que eso conllevaba. Elegí que tu fueses la persona que llenase mis días de sonrisas, elegí que tu olor era el que mejor le venía a mis sabanas, elegí que me comieras a besos, elegí también tu voz al otro lado del teléfono. Elegí que llorar por ti de vez en cuando, elegí creerme tus verdades y creerme a medias tus mentiras, elegí que no quería otros abrazos, que no quería otras manos agarradas a las mías, que no quería ver por la mañana otra cara que no fuese la tuya. Elegí nuestro mes del año y nuestro día del mes, elegí que tu fueras mi locura y mi cordura, elegí llenar el silencio de la noche con nuestra risa. Elegí las idas y venidas y tambien las despedidas, elegí la impotencia, la incertidumbre y tu impredecibilidad, elegí el miedo a fallar y los impulsos, elegí las miradas, elegí temblar, elegí hacerme adicta a tus palabras, al corte de tu voz. Elegí conservar intacto cada momento, y dejar huella de lo que algún día fue. Elegí que mi mayor hobbie era verte dormir entre sabanas blancas. Elegí no callarme nada, elegí darte todo, elegí hablar de nosotros cuando hablaba de ti, elegí ser fuerte sin la ayuda de ningún tipo de coraza y luchar por un solo motivo, elegí darte todas mis oportunidades, elegí quedarme con tus manías, tus defectos y tus carencias. Elegí perdernos debajo de cualquier edredón, elegí tu respiración en mi oreja derecha, elegí hacerlo lento, y la pasión a gran escala, elegí estremecerme sola y únicamente con tus caricias, elegí no ponernos límite. Elegí el sabor agridulce de las discusiones que acababan en abrazos, elegí derrumbarme cuando ya no aguantaba más. Elegí seguir queriéndote...
Elegí arriesgar. Y no me arrepiento
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