6 de agosto de 2010

Algo en que creer...

No creo en conseguir a una persona que nos llene la vida;
Creo en una vida llena para poder compartir la felicidad con otra persona.
No creo en que el amor lo genera alguien;
Creo en que el amor está en nosotros, si hemos llegado a crecer lo suficiente como para desarrollarlo y mantenerlo, y que de pronto se dispara por personas que comparten pensamientos y sentimientos.
No creo en el amor a primera vista ni en creer en alguien en muy poco tiempo;
Creo en hablar el mismo idioma, en el feeling, en la comodidad de estar cerca, en conexiones de energía, como los ríos que se unen en un mismo curso.
No creo en el amor de hoy prometido para toda la vida;
Creo en el respeto y en la sinceridad. En el amor maduro que nos deja espacio para crecer juntos, en
 el amor que dos deciden, en el amor que nos da la gana de compartirlo sin presiones y sin exigencias.
No creo en esfuerzos unilaterales por llegar.
Creo en la naturaleza del fluir y coincidir. El estar centrados para escuchar hasta donde podemos llegar. Para equilibrar sin sufrir.
No creo en amar sufriendo, ni en morir de amor;
Creo en amar con armonía. En que el amor es más y nunca menos. En el te quiero sin porqué...
No creo en amores que cortan, en amores que frenan.

Creo en las relaciones que nos apoyan en los malos momentos, que leen la mirada, que sonríen con el alma, que
.. 
 están.
No creo en callarse por no dañar;
Creo en la comunicación como la mejor vía para construir, coincidir y decidir y 
en la absoluta sinceridad al decir te amo y también al decir 
me voy.
Creo en que la vida la construimos nosotros y creo en la frase que dice ; La vida es 10% lo que nos sucede y 90% cómo reaccionamos a ello, y lo único que nos puede asegurar que así sea, es tener la valentía de enfrentarla sin miedos en el presente ya que el mañana podrían no estar...
Creo completa y ciegamente en el amor (aunque la mayoría de las veces lo niego), p
uro, integro, incondicional, cálido, ése que es tan profundo c
omo sensación, como belleza, como entrega, que en esencia no se 
diferencia del maternal, del fraternal, de la amistad, del de pareja.
Creo que debemos asegurarnos cómo lo hacemos llegar, porque nos toca puntos distintos, pero al final es uno solo; el que está en nosotros como consecuencia de tener mente, emoción, sentimientos y corazón.

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