18 de septiembre de 2010

Dicen que el amor es pura química, que el muy cabrón confabula en contra de nosotros y libera endorfinas que nos vuelven estupidos, sicópatas y desquiciados. ¿Pero cómo descubrí lo que sentía? Cuando lo pensé y re pensé supe que todo estaba en las cosquillas. Los momentos son únicos . . ¿te a pasado? Que a veces se detiene el tiempo, se nubla todo y tus ojos solo se focalizan en una persona que pasa a ser un todo, entonces viene el beso, no importa si dura un segundo o se hace eterno el gran paso es “el beso”, el estomago se revuelve, se estremece y colapsa, tu estomago llega a plutón y hace una erupción en todo el sistema solar, entonces termina todo, reaccionas un poco, vez todo un poco mas claro, avanza el tiempo, y te quedas pensando ¿qué me paso?, entonces cuando estas solo, todo es obscurece, cierras los ojos y te preguntas ¿por qué sentí eso? Te invade un escalofrió, equivalente a 40 grados bajo cero en medio del polo y con traje de baño, ¿lo quiero? te preguntas ¿me quiere? te repreguntas, entonces cuando llegamos al lo quiero y al me quiere esta la confusión, y ahí también se encuentra la confusa conclusión a tanto revoltijo, cuando existen las cosquillas es cuando simplemente se puede hablar de “amor”, acaso, no han pensando  ¿porque matrimonios de 40 años de verse las caras se separan, se divorcian, así como si nada? La respuesta es simple, ya no existían las cosquillas, entonces podemos conclucionar que una relación larga depende casi totalmente de las cosquillas, así como cuando discutimos y por 65 segundos nos dijimos todo, para que 300 segundos más tarde viniera un perdón disfrazado de abrazo y reaparecieran de nuevo las fatídicas cosquillas juntas, para restablecer el todo. Aunque siempre conjuguemos un lo juro con un para siempre nadie asegura el para siempre, que importa, total todo queda entre las cosquillas, tu&yo.-

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