Hay días que siento que quisiera no quererte. No necesitarte. No desear oír tu voz.
Y precisamente por ello te quiero, te necesito.
Llegaste a mi vida de forma demoledora, hiciste cambiar mi mundo. Me enseñaste a querer, cuando yo creía saberlo todo. Y hay días que me puede el miedo a no haber significado lo mismo en tu existencia. A no haber cambiado tu mundo, o no haberlo cambiado del todo. Y por eso, por un instante, desearía no sentir con tanta intensidad.
Afortunadamente, esa incertidumbre desaparece cuando escucho, tras dos o tres tonos, tu voz risueña al teléfono, o cuando simplemente me das un beso. Te quiero tanto que me duele. Y esa es la única certeza que aún me queda.
ay que genial :) enfermería! mi tía es enfermera, bueno, le queda un mes para jubilarse y ahora está de vacaciones recorriendo europa con unas amigas :) genial, no? Espero que traiga muchas fotos!
ResponderEliminarY por cierto por la psu, cómo vas? Bien con los ptjes? Recuerda que no hay que ponerse nerviosa, yo me puse full nerviosa, así dm cuático y me fue mal en relación a lo que estaba sacando. Así que recuerda: MUY RELAX :)
Me gusta mucho tu blog! No lo conocía, de aquí no me muevo...
ResponderEliminarxoxo
Vicky
qué topi! Y cuando termines de estudiar trabajarían juntos? :) sería shuper cool <3 porque lo verías a diario!
ResponderEliminar