1 de octubre de 2010

Qué más da lo que ha pasado. Necesitaba algo que sólo podías darme.
A veces, cuando estás conmigo, me acerco despacio, sin hacer ruido, sin apenas moverme. Acerco mi nariz a tu hombro y tu me abrazas y me besas. Cierro los ojos. Y me siento bien, segura, tranquila, satisfecha. Nada malo puede suceder.
A veces, cuando estoy preocupada, me cuentas un chiste o una anécdota de tu pasado, hablas sin parar, me empujas a salir del pozo en el que estoy. Nada malo puede suceder.
A veces, cuando estoy pensativa, vienes por detrás y me das un beso en la mejilla y me dices "que te pasa? es raro que no estés hablando". Y me rescatas de mis pensamientos. Y me siento querida. Nada malo puede suceder.
Por eso esta noche, esta noche que estoy ansiosa y triste, te echo tanto de menos. Por eso añoro tu abrazo, tu hombro, tus palabras, tus besos por sorpresa.
Qué más da lo que ha pasado. No es nada importante. Pero me siento "rara", y sólo tú sabes robarme una sonrisa.

No hay comentarios:

Publicar un comentario