Yo también tengo como Holly, mis días rojos. Esos días en que tienes miedo y no sabes por qué. A veces pienso que es miedo a que me reviente en el pecho un sentimiento que no soy capaz de sacar a la luz. Desazón, amor, nerviosismo, ternura... qué más dá. Suelo ser exagerada en todo lo que hago, y en mi forma de sentir también. Por eso, tal vez mi miedo es a no poder soportar lo que llevo dentro. Como decía, yo a veces también tengo mis días rojos, mis noches rojas, mis largas horas rojas. Y en esos momentos, no sé por qué, siento la irreprimible necesidad de escribir. Dijo una vez Gabriel García Márquez;''Escribir es una manera de exorcizar los demonios interiores.'' Conservo algunos cuadernos llenos de reflexiones estúpidas, de temores infundados y de alegrías pasadas.
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