13 de junio de 2010

Vacio



Entonces yo iba por mi vereda, mientras mis ojos decían sálvense quien pueda, en los bolsillos guardaba uno que otro miedo, pero nunca jamás lo dije y nunca jamás los diré, entonces habían muchos faros, y algunos el tiempo los había apagado, el callejón no estaba tan oscuro, pero casi nunca nadie caminaba por ahí, o quizás yo no los vi. Entonces había música en el aire, llevaba en la mano firme una bicicleta y un par de discos viejos además de unos oleos con pinceles ya maltrechos, ¿para qué? Porque simplemente algún espacio quería llenar.

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